Palabras para el lector Prefacio de la Edición Croata de Desde lejos para siempre
Es para mi una satisfacción presentar al lector croata esta obra tan cercana a mi corazón. Hace ya casi 37 años mi padre puso en mis manos una copia de la primera edición de Desde lejos para siempre sabiendo que este sería el mejor regalo de cumpleaños que yo recibiría en mi vida. Hasta ahora lo ha sido. Su lectura fácil, trajo a mi presente, el presente de la generación de mis abuelos, emigrantes empezando su vida en Chile, haciendo una vida en Chile. En esta traducción al croata, el lector descubrirá la historia que ya muchos conocemos, transcrita en la lengua más cercana a la infancia de mi padre. Una historia emotiva y directa, que al ser leída en croata, recuerda a aquellos emigrantes y, en cierta medida, los retorna a su lugar de origen. De allí salieron con destino incierto y encontraron su Norte en el Sur de Chile. A principios del siglo XX Punta Arenas, puerto obligado de todo navío que transitara entre los Océanos Pacífico y Atlántico, acoge a numerosos emigrantes que junto a los lugareños imparten energía al desarrollo local. Hombres y mujeres que se esfuerzan en superar las vicisitudes del pasado, viven el presente y miran al futuro con resolución. Son ellos los personajes de Desde lejos para siempre. Sus historias entrelazadas transcurren entre 1920 y 1940 en escenarios que aún existen hoy en día. Es así como Desde lejos para siempre pasa a ser parte del patrimonio de la región de Magallanes y más aún, de su currículum educacional. A decir de mi padre, la génesis de este libro comenzó en su primer año escolar cuando, confrontado con el castellano formal, reconoce la necesidad de pertenecer, de ser aceptado más allá del ámbito familiar, de dominar la lengua del entorno. Así el castellano pasa a ser la lengua dominante y el dialecto dálmata la vía de comunicación en el hogar. Al reconciliar estos dos niveles de expresión mi padre encuentra su narrativa. A lo largo de su juventud escribe poemas y cuentos mientras estudia y trabaja. A cuatro décadas de ese primer año escolar, decide configurar Desde lejos para siempre y para ello recopila y edita un manojo de cuentos, dando fluidez a la narrativa de la novela. No es cosa trivial que una novela sea publicada 37 años después de su primera impresión. En este caso, sin embargo, ello ha sido posible porque en el transcurso de los años hubo quienes, movidos por su narrativa, sintieron la necesidad de preservarla. En Croacia, el Sr. Jerko Ljubetić, su traductor, es una de estas personas. Con energía contagiosa es él quien promueve su difusión en revistas literarias. Por su parte, la Sra. Branka Bezić-Filipović traza el camino que conduce a su publicación y el Sr. Zoran Bosković la hace efectiva. Son estas tres voces croatas, las que transmiten ahora la voz de mi padre. Vayan para ellas mis más sentidas gracias Como diría mi padre en un castellano con tono chileno ¡a leer se ha dicho! Mirta Mihovilović Pavlov Chapel Hill, Carolina del Norte, 9 de febrero de 2003
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